- Clasifica la ropa. Lavar la ropa a mano te da un tanto más de margen para maniobrar en la organización de las cargas, mas aún deberás organizar la ropa ya antes de comenzar. Aparta toda la ropa blanca, la ropa de color, y la ropa obscura. Las prendas singulares confeccionadas en lonas frágiles o bien las prendas particularmente sucias se deben sostener separadas y deben lavarse individualmente.
- Prepara el agua. Necesitaras 2 tinas de agua, una para lavar y otra para enjuagar. Podrías emplear un fregadero con división o bien una bañera si no tienes tina para lavar ropa. Las lonas de diferentes colores precisan temperaturas diferentes de lavado; el blanco y los colores claros precisan de agua caliente, al tiempo que las prendas oscuras y de color precisan agua más fría. Conforme llenes la tima para cada lavada, puedes ajustar la temperatura conforme a lo que precises.
- Agrega limpiador. Vierte una cucharada o bien 2 (en dependencia del tamaño de la tina) en la tina con agua templada. El limpiador líquido es el mejor para lavar la ropa a mano, en tanto que se disuelve inmediatamente en el agua. Mezcla el limpiador con tus manos para asistir a que se disperse y crear un tanto de burbujas.
- Remoja tu ropa. Pone la carga de ropa sucia en la tina con agua templada. Remójala entre diez a quince minutos ya antes de enjuagar.
- Comienza a lavar tu ropa. En este punto, existen 2 métodos primordiales para lavar la ropa: puedes emplear tus manos y brazos para revolverla, o bien puedes usar algún género de palo para revolverla a distancia. De cualquier forma, mueve la ropa en círculos a fin de que se afloje la suciedad y la porquería.
- Si bien son bien difíciles de lograr, si tienes una vieja tabla de lavar, puedes emplearla para adecentar la ropa sucia.
- Hay algunas herramientas para lavar la ropa que son afines en apariencia a un desatascador de inodoros, y marchan de igual manera para liberar la suciedad atrapada.
- Lava las partes más sucias. Ciertas prendas precisan de un tanto más de trabajo que otras. Por servirnos de un ejemplo, las medias sucias, la lencería, y la ropa de trabajo, acostumbran a amontonar un tanto más de suciedad y como es natural esta debe limpiarse. Lava estas prendas individualmente a mano con un toque extra de limpiador para frotar la lona contra sí.
- Haz el primer enjuague de tu ropa. Para eliminar el jabón y la suciedad que se enjuagó con el agua, remoja la ropa recién lavada en el segundo balde con agua limpia. Muévelas para sacarles tanta agua sucia como resulte posible. Si aún queda mucho limpiador encerrado en las fibras, enjuaga la ropa nuevamente con otro balde de agua limpia.
- Suprime el exceso de agua. Es bien difícil colgar la ropa cuando está totalmente empapada, con lo que procura suprimir un tanto del exceso de agua ya antes de colgarla. Aprieta suavemente la ropa sin retorcer o bien arroscar la lona. Hacerlo de esa forma suprime el agua sin precisar dañar las fibras o bien estirar la ropa. Si prefieres escurrir la ropa de otra forma, puedes envolverla en una toalla seca y limpia.
- Cuelga tu ropa para secarla. Para eludir la decoloración por el sol (en cualquier ropa que no sea blanca), vira la ropa cara adentro. Entonces, extiéndela sobre el tendedero y pone ganchos para asegurarla. En dependencia de la temperatura y de los niveles de humedad, tu ropa puede tardar desde ciertas horas hasta 1 o bien dos días para secarse absolutamente.
En este caso, al no utilizar la lavadora, no tendrás peligros de ningún tipo usándola.
No hay comentarios:
Publicar un comentario